Casi un tercio del planeta está cubierto de bosques. Es bien conocida la labor de los espacios forestales como sumideros de carbono. Sin embargo es menos conocido el efecto amortiguador que tienen sobre el cambio climático.
Su capacidad para secuestrar el CO2 y otros compuestos presentes en la atmósfera, como el ozono, que contribuyen al efecto invernadero, hace que jueguen un importante papel también como atenuadores del cambio climático. Igual ocurre con la cubierta vegetal, que al reflejar la radiación solar disminuye la temperatura en varios grados, y ayuda a frenar el calentamiento global. Continuar leyendo