«El colectivo de la Ingeniería de Montes tiene una importante presencia en la gestión de emergencias»

Florencio López Ruano

Por Florencio López Ruano, Ingeniero de Montes.

Mi participación inicial en la gestión de la erupción de la Palma consistió en el despliegue en la isla del operativo del Consorcio de Bomberos de Tenerife, al que pertenezco. Implicó la preparación de equipos, relevos, transportes, logística, coordinación con otras entidades y, como mayor dificultad, la redacción e implantación de protocolos de seguridad y de intervención para unos riesgos y cometidos novedosos para el colectivo.

De mayor trascendencia profesional fue la posterior Dirección del Grupo de Operaciones en el Puesto de Mando Avanzado. Este grupo es el encargado de rescates, salvamentos y, en la medida de lo posible, neutralizar o minimizar los daños de la emergencia, labores que se concretan en preventivos de protección para trabajos en la zona de emergencia (trabajos científicos, valoraciones técnicas, restauración de infraestructuras, labores agrícolas, evacuación de mercancías peligrosas desde depósitos de abonos o gasolineras…). Asimismo, hay que cubrir la asistencia y protección a residentes en la mudanza de pertenencias de las viviendas de la zona evacuada, apuntalar edificaciones, descargar de ceniza los tejados para evitar el colapso, rehabilitar infraestructuras, y llevar a cabo operaciones de emergencia de búsqueda y rescate. En este Grupo de Operaciones se integraban diariamente entre 50 y 80 efectivos de varios colectivos de emergencias como los Servicios Forestales, Bomberos, Asociaciones y Agrupaciones de Protección Civil, ERIE de Montaña de Cruz Roja, etc.

En la Dirección del Grupo de Operaciones nos turnábamos 5 profesionales, tres de los cuales   Ingenieros de Montes. Nos encargábamos de la planificación de actividades, despliegue del operativo por las diferentes zonas, coordinación con la Dirección del PMA y los demás grupos intervinientes (Logística, Apoyo Técnico) y entidades (Ayuntamientos, Prensa, Servicios Sanitarios…), seguimiento de actividad, informes y relevos…

Profesionalmente ha sido una experiencia excepcional. Nos hemos enfrentado a la gestión de una emergencia única. Por su afortunadamente escasa recurrencia en nuestra escala profesional, la escasez de experiencias previas, la aplicación completa del Plan Especial  PEVOLCA, el gran despliegue de medios y recursos de tan distintas organizaciones y entidades, la dura repercusión en la población, la duración y los riesgos específicos a los que nos enfrentábamos, ha sido desde el principio un gran reto. Desde la incertidumbre y tropiezos iniciales se ha evolucionado hasta trabajar en un modelo de gestión bien estructurado, construido con un ingente esfuerzo de todos los colectivos para intentar estar a la altura de la atención que la población de la Palma merece.

Ha quedado demostrado que el colectivo de Ingeniero de Montes tiene una importante presencia en la gestión de emergencias. Esta rama de nuestra profesión (que arranca de la dirección de los operativos de extinción de incendios forestales, en continua mejora en su formación, tecnificación, capacidad y coordinación e integración de otros colectivos de emergencia) se ha extendido a otros siniestros del ámbito de la Protección Civil, tanto naturales como antrópicos, donde estamos teniendo una importante contribución fruto de nuestra formación y bagaje profesional.

Este reconocimiento del Colegio de Ingenieros de Montes, siento que lo es para todos los compañeros que trabajamos en el sector de Emergencias y Protección Civil. En mi caso, que he desarrollado casi toda mi carrera profesional en el sector de emergencias y cada vez menos en el ámbito puramente forestal, supone un gran incentivo para continuar en mi desempeño profesional.

Muchas gracias.

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