Por Fernando Calabrús Ciudad – Ingeniero de Montes
A lo largo de los años de mi corta experiencia profesional, he refundado la opinión de que este camino laboral es vocacional principalmente.
En él, he encontrado satisfacciones personales y profesionales más que económicas, aunque esto último no me amedrenta. Desde educación primaria he querido y perseguido esta profesión para poder estar en el monte con la naturaleza el máximo tiempo posible y disfrutar del día a día.
Pienso que los Ingenieros de Montes somos especiales. No obstante, se trata de un sector donde actualmente no se valora ni considera la mención “Ingeniero”.
En cuanto a mi camino es el siguiente: en 2015 concluí el grado en Ingeniería Forestal en la Universidad de Córdoba y me adentré de lleno en el mundo puro de la profesión al comenzar a trabajar en una pequeña empresa forestal de Jaén en la cual configuraba un amplio abanico de trabajos, desde proyectos de ordenación, planes de incendios, caza, … hasta obras forestales de entidad considerable.
Fueron cuatro años de una ardua labor y aprendizaje continuo, rápido y sin demoras, aunque no era compensado económicamente ni en bienestar, por tanto, decidí realizar un cambio brusco, sobre todo arriesgado. Inicié mi andadura como asesor autónomo.
En ese momento, descubres lo complicado de nuestro sector y del mundo laboral que lo rodea. Debes tener constancia y habilidades adquiridas para hacerle frente. Además, se despertó en mí la “llama” de los incendios forestales.
Por ello, me percaté de que debía aumentar mi formación y experiencia laboral para seguir desarrollándome. Compaginé la labor autónoma con las campañas de incendios forestales como Técnico de Operaciones Helitransportado en el Norte de España. Además, realicé unas decenas de cursos y dos másteres (“Gestión Cinegética” e “Incendios Forestales. Ciencia y Gestión Integral – MásterFUEGO”). Sin embargo, yo siempre había querido ser “Ingeniero de Montes” y, en ese momento, no lo era.
Para culminar mi formación universitaria me matriculé en el Máster en Ingeniería de Montes de la Universidad de Córdoba, gracias al cual he podido mejorar en ciertos apéndices laborales, descubrir otras salidas profesionales, cursar asignaturas más técnicas que las impartidas en el grado, … En definitiva, ha sido un acierto su consecución.
Con respecto a mi futuro laboral, continúo con mi asesoría autónoma, la cual compagino seis meses al año con la figura de Técnico de Operaciones en el operativo INFOCA, consiguiendo experiencia para que en los próximos años ser un miembro del dispositivo durante todo el año.
Los incendios forestales, a día de hoy, creo que son una de las salidas profesionales con mayor proyección en el panorama nacional para los Ingenieros de Montes, aunque el camino y desarrollo profesional es complejo.
En definitiva, animo a todos los compañeros a perseguir sus objetivos profesionales, no detener su formación, indagar y perseguir lo que verdaderamente les gusta de la profesión, pero sin olvidarse del aspecto económico y bienestar personal, ya que debemos valorar la profesión que ejercemos, la INGENIERÍA DE MONTES.
