«Antes de ser de Montes, soy Ingeniera”

María Gómez-Elvira Corroto

Por María Gómez-Elvira Corroto. Máster en Ingeniería de Montes. Premio Bernardo de la Torre COIM 2020, VI Concurso Nacional de Proyectos Fin de Máster en Ingeniería de Montes.

“Bien está lo que bien acaba”. No puedo estar más de acuerdo. Tras graduarme en Ingeniería Forestal, acabé el Máster en Ingeniería de Montes siendo premiada en la edición 2020 del VI Concurso Nacional de Proyectos Fin de Máster del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes.

En mi trayectoria universitaria, y mi paso por la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural (UPM), una de las cosas que he aprendido es que antes de ser “de Montes”, somos ingenieros, con todo lo que esa palabra significa.

De acuerdo con la RAE, un ingeniero es una persona capacitada para ejercer la ingeniería, una persona que discurre con ingenio las trazas y modos de conseguir o ejecutar algo.

Yo tenía claro, y ganas, de que mi Proyecto Fin de Máster (PFM) fuera un proyecto de ingeniería. Y así fue, con la tutela de Miguel Esteban Herrero, profesor de estructuras de la Escuela, al que le estoy muy agradecida.

También tenía claro que mi proyecto, además de incorporar la parte “ingenieril”, tenía que incorporar el “de Montes”, para hacer honor a nuestra bonita profesión. Por lo que, el título, que sirve de resumen, fue: “Paso elevado de fauna con estructura de madera GL24h sobre la carretera CM-401 entre Navahermosa y Cedena (Toledo)”.

Como su nombre indica, este proyecto plantea el diseño y cálculo de un paso de fauna, elevado, sobre la carretera comarcal CM-401, entre las localidades de Navahermosa y Cedena, en la provincia de Toledo.

Los pasos de fauna son una medida conocida y practicada en España, pero este proyecto supone una novedad en cuanto a la propuesta de la utilización de madera como material constructivo principal.

Nuestros montes, dentro de su multifuncionalidad, son productores de madera, material natural y sostenible, con un gran potencial desde el punto de vista estructural y constructivo, que va mucho más allá de la función decorativa y estética.

El mencionado paso de fauna posee una longitud de 32 m y una anchura de 26 m. Su estructura principal, toda ella de madera laminada GL24h, está formada por vigas Gerber, formadas a su vez por tres tramos de 12, 8 y 12 m, y unas tornapuntas dobles que facilitan el apoyo sobre el terreno. El firme, que se instala sobre las vigas Gerber, está compuesto por unos tableros de madera OSB-3, sobre los cuales se asienta una capa de hormigón HA-25, una capa de hormigón ligero con vermiculita, y una capa de tierra vegetal que permite albergar especies vegetales arbustivas.

El paso de fauna cuenta también con un cerramiento lateral, de altura 2,8 m, formado por unos muros de bloques de hormigón prefabricado, sobre los que se instalan unos perfiles metálicos y unas tablas de madera aserrada a modo de pantalla. Y el apoyo de la estructura sobre el terreno se resuelve con zapatas combinadas de hormigón HA-25 y HA-30.

El proyecto incluye el diseño y cálculo de la estructura principal, el firme, los cerramientos laterales, las cimentaciones, el movimiento de tierras asociado a las cimentaciones, los medios de unión y anclaje, el sistema de drenaje, el acondicionamiento de los accesos y las actuaciones de vegetación.

Aun sabiendo las limitaciones que tiene un PFM, no siendo un proyecto del todo real, puedo decir que estoy orgullosa. Así como lo estoy de la formación, capacidades y aptitudes que he conseguido alcanzar.

Acabo dando las gracias al Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, por otorgarme el premio que mencionaba al comienzo. Es verdad eso que se dice: “todo esfuerzo tiene su recompensa”.

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