La participación de tres futuros Ingenieros de Montes en la COP 25

Guillermo, Miguel y Pedro, de izquierda a derecha, con el panel de su propuesta de construcción con madera en el stand que les adjudicaron para la defensa de su idea

El pasado mes de diciembre, la Representación de la Comisión Europea en España invitó a más de doscientos alumnos, de universidades y nacionalidades diversas, a participar en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático celebrada en Madrid (COP25). De la Escuela de Montes, Forestal y Medio Natural de la UPM fueron tres alumnos del máster en Ingeniería de Montes: Pedro Alcázar Mazo, Miguel Arroyo Pecharromán y Guillermo Polo Llana. Esto es más o menos lo que me contaron de su experiencia.

El 11 de diciembre de 2019, en la jornada para jóvenes, miembros de la Comisión Europea explicaron los problemas provocados por el cambio climático a los alumnos convocados. Además, presentaron los principales objetivos del Pacto Verde Europeo (EU Green Deal), anunciado el día anterior por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Después, cedieron la palabra a los estudiantes para que dieran voz a las prioridades e ideas que, de acuerdo con su visión, debía recoger el Pacto Verde. Se presentaron un total 20 propuestas. Entre ellas Miguel Arroyo, quizás influido por estar disfrutando de una beca de colaboración con el Grupo de Investigación con Madera de la Escuela de Madrid, hizo esta: ‘‘Fomentar la construcción con madera por parte de las instituciones europeas’’.

Una vez presentadas todas las iniciativas, mediante turnos de palabra con una duración aproximada de un minuto, se crearon stands donde los “llamadores” –así denominaron a aquellas personas que habían realizado las propuestas–, debían explicar al resto de compañeros la importancia de incorporar su iniciativa al Pacto Verde. La idea era que las tres más votadas fueran expuestas al vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, al día siguiente. Los tres, Miguel, Guillermo y Pedro, desde su stand, hicieron lo imposible por tratar de explicar las amplias posibilidades que ofrece la construcción con madera para reducir la huella de carbono y para mejorar la eficiencia energética.

Guillermo, Miguel y Pedro, de izquierda a derecha, con el panel de su propuesta de construcción con madera en el stand que les adjudicaron para la defensa de su idea

Sorprendidos, se encontraron con un rechazo generalizado por parte de muchos estudiantes a la idea por cuanto suponía cortar árboles. Muchos consideraban que con la construcción con madera se reduciría la biodiversidad en los bosques, repercutiría negativamente sobre el consumo de madera de especies protegidas o que  generaría una mayor inseguridad por el alto riesgo de incendios en las edificaciones.

Aun así, lograron que muchos de los estudiantes, representantes de diferentes agentes sociales y miembros de la propia Comisión allí presentes reflexionaran sobre lo equivocado de sus afirmaciones con datos y razonamientos fundamentados. Sí valoraron muy positivamente que varios miembros de la Comisión Europea mostraran su interés en el tema, quizá porque procedían de países del norte de Europa, donde la construcción con madera es habitual.

Al día siguiente, 12 de diciembre, las propuestas ganadoras fueron expuestas a Frans Timmermans. Las tres primeras fueron: más inversión en I+D+I, agricultura de cercanía y educación ambiental. El señor Timmermans, no tuvo mucha complicación en defenderlas, pues todas ellas ya se encontraban recogidas en el Pacto Verde.

Resumen y objetivos del Pacto Verde para el año 2030 hecho in situ por una diseñadora gráfica contratada para el evento mientras los responsables de la Comisión explicaban el Pacto Verde Europeo.

En opinión de los tres, dos de las propuestas ganadoras les parecieron demasiado ambiguas y evidentes y valoraron la justificación del Comisario y Vicepresidente Timmermans de escueta y poco precisa. No se mencionó en ningún momento nada sobre la gestión forestal, salvo al inicio de su discurso, donde prometió la reforestación de millones de árboles si bien atacó a las plantaciones de eucalipto como culpables de los incendios forestales ocurridos en Portugal.

Aunque la propuesta de Miguel no ganó, sí parece que la labor de divulgación que hicieron caló entre los estudiantes pues obtuvo un octavo lugar, más que satisfactorio para ellos dada la errónea opinión inicial de la mayoría de estudiantes. Resuelto a intervenir en el turno de preguntas, y apoyándose en la afirmación de reforestar millones de árboles, Miguel decidió modificar su propuesta sobre construcción con madera y centrarse en otra medida concreta, la instauración de una Política Forestal Común que asegurara la gestión forestal sostenible necesaria para alcanzar el objetivo de neutralidad climática recogido en el Pacto Verde.

Su desilusión llegó en la respuesta. El comisario aludió a la necesidad de gente preparada para llevar a cabo las reforestaciones con una base científica, que percibieron como un halago innecesario, pero lamentaron que Timmermans solo hablara sobre la creación de espacios verdes en las ciudades para reducir la mortalidad de la población y para que ‘‘las ciudades se vean más bonitas’; en ningún momento mencionó ninguna medida concreta para favorecer la gestión de los bosques y montes europeos ni al estímulo al consumo de productos forestales.

La respuesta al Sr. Timmermans

Dado que no hubo opción a argumentar su respuesta, Miguel Arroyo decidió hacerlo por redes sociales, obteniendo bastante difusión y respaldo de distintas instituciones y personas del sector forestal. Este fue su mensaje:

‘‘Estimado Sr. Timmermans,

La reforestación de millones de árboles es un eslogan político con mucha fuerza, pero sin una Política Forestal Común que respalde las necesidades de los distintos propietarios forestales es vender humo, y nunca mejor dicho, porque no se alcanzará la neutralidad de carbono en Europa sin asegurar la gestión y conservación de los montes presentes y futuros, para lograr así, alcanzar los objetivos de absorción de CO2. Una de las premisas debe ser modificar el actual sistema de comercio de derechos de carbono (EU ETS), para que repercuta realmente en mejoras de la gestión forestal. Por último, culpar a las plantaciones de eucaliptos de los incendios forestales fue un comentario desafortunado, sin embargo, confirma que necesitan más ingenieros forestales en los organismos europeos que aporten rigor científico a sus actos y declaraciones. Para lograr como usted dice una transición justa sin dejar a nadie atrás. Gracias por dar voz a los jóvenes’’

La reflexión última de Pedro, Miguel y Guillermo tras su experiencia

La falta de divulgación y calado entre las nuevas generaciones de la profesión forestal y su misión dentro de las ingenierías, puede ser uno de los motivos por los que cada vez menos estudiantes se matriculan en el grado de ingeniería forestal y en el máster de ingeniería de montes, pese al papel fundamental que los bosques y sus productos van a jugar en la lucha contra el cambio climático.

En definitiva, A Pedro Miguel y Guillermo les impactó más la falta de conocimientos que sobre los bosques y el aprovechamiento forestal tenían los asistentes que la magnitud del evento. Aunque también quedaron decepcionados por las respuesta del Comisario encargado de liderar el  “Green Deal” europeo los próximos 5 años.

Acerca de Inés González Doncel

Vicedecana del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes
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