Afrontamos la reciente elección de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Cantabria con gran entusiasmo e ilusión, tanto por la enorme responsabilidad que supone como por las grandes posibilidades de desarrollo y oportunidades que significan para el colectivo.
Centraremos el periodo de cuatro años que tenemos por delante en las personas, siendo nuestro principal objetivo la empleabilidad de nuestros colegiados, que se ha visto afectada por diversos factores coyunturales, entre ellos, la crisis económica y la constante intrusión profesional de otros colectivos en nuestro ámbito específico de actuación. En este sentido se ha defendido fehacientemente la profesión en contratos del sector público para incluir a los ingenieros de montes en los equipos redactores de proyectos.
Estamos seriamente preocupados, también, por la participación de los colegiados en los órganos de gobierno y en la toma de decisiones del colegio, especialmente de las mujeres, que creemos no están suficientemente representadas como lo están otros segmentos de colegiados, lo que sería muy conveniente para el sano funcionamiento del colegio desde el punto de vista democrático.
Nuestra disposición para colaborar con el Gobierno de Cantabria seguirá siendo plena, en particular, en la elaboración de programas, planes y legislación, como la Ley del Suelo, Plan Regional de Ordenación Territorial, Plan de Recuperación del Urogallo o Plan de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales. Creemos que es fundamental que el colegio, como colectivo técnico, estreche los lazos con el estamento político, como miembros de la sociedad de la que necesariamente formamos parte, aunque nuestro sector sea muy dependiente de los recursos públicos.
Continuaremos con las líneas, ya emprendidas con anterioridad, de establecer relaciones fructíferas con diversos organismos y asociaciones, como otros colegios profesionales, medios de comunicación, asociación de propietarios forestales, asociación de empresarios de la madera y el mueble, y agentes implicados en el sector.
A corto plazo, lideraremos la organización de un importante evento a nivel nacional, el Congreso Nacional de Bioecomía Forestal, que tendrá lugar los días 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2017 en el Palacio de la Magdalena de Santander.
Los retos forestales de Cantabria
Respecto a los montes cántabros propiamente dichos, existen tres factores esenciales que ayudan a entenderlos. En primer lugar, la elevada pendiente del terreno, que configura un territorio con clara aptitud forestal. En relación con este aspecto hay que destacar la crisis de la ganadería, ya que apenas hay agricultura en Cantabria, la despoblación del medio rural y el abandono de los predios. En segundo lugar, el elevado porcentaje de territorio afectado por incendios forestales recurrentes, que con un suelo ya de por sí muy degradado, conducen a la vegetación a series secundarias o subseries, empobrecidas, poco diversas y mucho menos resilientes frente a las amenazas. Por último, la elevada capitalización de las masas autóctonas, de roble y haya principalmente, comprometen seriamente la viabilidad de la regeneración natural, la consiguiente perpetuación del monte, la calidad estructural y funcional del ecosistema y el cumplimiento de los múltiples beneficios y externalidades positivas que los montes ofrecen a la sociedad.