Hoy día 1 de marzo entra en vigor el Real Decreto 71/2017, de 10 de febrero, por el que se aprueban los Estatutos Generales del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM).
Su publicación en el BOE de 28 de febrero pone fin a un intenso trabajo que comenzó en el año 2013 con la preparación del texto definitivo presentado a los colegiados para su visto bueno en la Junta General de 23 de junio de 2015. Previamente el texto estuvo expuesto a información pública en la web del Colegio desde el 18 de diciembre de 2014 al 18 de febrero de 2015, recibiéndose alegaciones a los mismos que fueron mayoritariamente incorporadas al texto.
Así el 22 de diciembre de 2015 el texto junto con la solicitud para su tramitación fue presentado al hoy Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). En ese momento podría parecer que aquí terminaba nuestro trabajo pero en realidad no había hecho más que empezar. Un largo procedimiento en el que se remitieron solicitudes de observaciones a Comunidades Autónomas y a los distintos Ministerios ha dado origen a multitud de escritos y justificaciones que han ido perfilando e introduciendo modificaciones en el texto hasta su remisión al Consejo de Estado con el fin de que éste emitiera informe. De nuevo tuvimos que incorporar los cambios observados por el Consejo de Estado antes de que los Estatutos pudieran ser remitidos al Consejo de Ministros.
Por fin, desde el MAPAMA, la inclusión en el índice de Consejo de Ministros del 10 de febrero. Entre los días 3 y 6 de febrero continuamos recibiendo las últimas observaciones (Ministerio de Educación, Ministerio de Economía, Oficina económica del presidente, Ministerio de Asuntos exteriores, etc) que debieron incorporarse o justificar su no incorporación para obtener el desistimiento en la observación y que el texto pudiera ser aprobado, como así fue.
El texto incluye grandes novedades en el ámbito de los colegios profesionales, incorporando las importantes modificaciones normativas introducidas por la legislación vigente que va desde la Ley de Sociedades Profesionales, hasta el Real Decreto 1000/2010 sobre visado obligatorio o la Ley 19/2013 de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, entre otras.
Dado que se trata de un Colegio de ámbito estatal, en el que existen órganos territoriales, se han perfilado mejor las competencias de estos últimos, e incluso se introduce una disposición final sobre la salvaguarda de competencias autonómicas.
Se mantiene expresamente la obligación de colegiación para el ejercicio de la profesión, de acuerdo con lo establecido en la disposición transitoria cuarta de la Ley 25/2009, dada la importancia que esta cuestión presenta, y a fin de evitar equívocos.
Se han añadido en las funciones colegiales algunas que se consideraba necesario clarificar, se han introducido cambios en la redacción de algún precepto que se había demostrado que daban lugar a confusión como por ejemplo lo relacionado con los requisitos para ejercer el derecho de sufragio pasivo en el momento de la convocatoria. Además se ha incorporado la posibilidad de utilización de voto electrónico para la mejora de la eficacia en los procesos de consulta.
Se da una mayor importancia a la función deontológica colegial, y se regula con precisión la figura de quienes pueden incorporarse al Colegio bien como colegiados de número o bajo la nueva figura de colegiado adherido. Esto consigue dar respuesta a una demanda de la sociedad a la vez que permite diferenciar con claridad al destinatario de los servicios qué personas pueden ejercer en su totalidad la profesión de Ingeniero de Montes y quiénes no.
También se ha incorporado la ventanilla única con el fin de poder prestar un mejor servicio a los ciudadanos y los colegiados de manera que puedan encontrar con mayor facilidad cualquier información requerida o contactar con el Colegio profesional. Igualmente el texto define plazos de respuesta en los trámites, acortándolos con respecto al texto vigente.
Podría seguir destacando aspectos del texto pero entonces no tendría espacio para reconocer el gran trabajo realizado por muchas personas que han intervenido en el proceso y que ha permitido que hoy contemos con nuevos Estatutos. A todos ellos gracias, mil gracias.
