Nacida en Madrid, Katia Hueso creció a las afueras de la capital, en Majadahonda, cuando “este lugar era muy aburrido, pero afortunadamente tenía campo”. Sus raíces holandesas la llevaron al país de los tulipanes en su etapa universitaria. “Estudié biología, una carrera vocacional. Ir a Holanda es una de las mejores decisiones que he podido tomar en la vida, porque la carrera allí es muy práctica, y eso me permitió dar el salto a otros países, como Escandinavia, Estados Unidos o Camerún”. De vuelta a España, eligió la sierra de Guadarrama para vivir, un lugar al que tiene querencia desde la infancia, “de pequeña venía mucho aquí a hacer senderismo con mis padres”, explica desde Collado Mediano. El contacto continuo con el medio natural la ha llevado a cimentar en la naturaleza su forma de vida. “Me dedico a dar clase en una Escuela de Ingeniería, sobre temas de medio ambiente, desarrollo sostenible y energías renovables. Aparte trabajo como consultora en temas de protección de paisaje y de espacios naturales y rurales”.
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