«Se ha lanzado el mensaje simplista de que el confinamiento ha dado un respiro al planeta»

«Se ha lanzado el menaje simplista de que el confinamiento ha dado un respiro al planeta, pero sin embargo la información sobre el medio ambiente queda relegada en la mayoría de los medios de comunicación, cuando es esencial para que la recuperación económica no deje de lado la regulación medioambiental que ya estaba establecida».

Este es uno de los mensajes de Irene Baños, periodista de medioambiente de la cadena de radio internacional alemana Deutsche Welle. Irene Baños  y Carlos Fresneda, corresponsal en Londres de El Mundo, mantuvieron el pasado 27 de mayo, un diálogo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (Apia) para analizar la crisis del Covid-19 en el ámbito internacional.

Irene Baños defendió que «para cuidar del planeta no hace falta paralizar la economía. Al revés, hay que promover políticas que ayuden a combinar ambas cosas. Los medios en general han lanzado un mensaje muy simplista de que esto es bueno para el planeta. Que el coronavirus ha dado un respiro al planeta y de que todo va a ir mejor. Pero eso es porque no estamos informando de todos los daños colaterales, como la suspensión de la COP26, por ejemplo».

«En España se ha empezado a oír hablar un poco de la COP25 porque fue en Madrid, pero en general cuando pregunto a mi alrededor si sabían que iba a pasar con la COP 26, lo desconocían. Apenas se informa de esto y con este tropezón [covid19] aun menos. Quizá hemos perdido esa ola que estaba creciendo [COP 25] y que iba a permitir que cada vez el medio ambiente llegara más a los titulares», argumenta Baños.

Para esta periodista con gran experiencia en medioambiente, el paréntesis del confinamiento no es suficiente. Para que el medio ambiente se tenga en cuenta en las agendas políticas, los ciudadanos deben exigirlo. De lo contrario, unos pocos meses de la «nueva normalidad» bastará para borrar los beneficios que ha experimentado el medio ambiente. En este sentido, Baños se pregunta, «si la población está pendiente de que la recuperación económica mantenga las regulaciones ambientales ya implementadas y de que no vayamos para atrás.»

«Creo que por la lucha política que hay en España, que en Alemania no es tan fuerte, se está eclipsando que avanzamos hacia el futuro sin unas bases claras de recuperación económica y ambiental».

Carlos Fresneda, corresponsal de El Mundo en Londres en temas de medio ambiente lanzó otro mensaje claro:

«Los medios de comunicación no se acaban de creer la importancia del medio ambiente». Solo un porcentaje mínimo de medios le presta atención. Mi pelea constante es que no hay continuidad en la información sobre el medio ambiente, salvo cuando hay una emergencia. En este momento habría que hacer mucho hincapié en la interacción medio entre medio ambiente y salud»

Para este especialista en información medioambiental, habría que «hablar mucho de salud ambiental, de la contaminación y su efecto sobre las enfermedades respiratorias. Y empezar a usarlo como forma de reclamar otro tipo de ciudad y de vida. La gente, desde su confinamiento, ha palpado como han quedado las ciudades y deberíamos aprovecharlo».

Paradojicamente, al mismo tiempo que se lanzaba el mensaje de que el confinamiento impuesto por el coronavirus  ha dado un respiro al planeta, los temas de Medio Ambiente seguían teniendo graves problemas para llegar al titular de un periódico, pese a que se culpaba al maltrato medioambiental del origen de la pandemia. «No se trata de que el planeta se cure porque no estamos nosotros. Porque somos animales también y recibimos el efecto del maltrato al planeta como el resto de los animales«, advierte Irene Baños.

Ni siquiera la opinión de una experta como Jane Goodall, parece importarles a los medios, se queja Carlos Fresneda: «Entrevisté en pleno confinamiento a Jane Goodall sobre la relación de esta crisis con el medio ambiente. Y me dijeron que esperase a publicarla porque era ajena al coronavirus. Cuesta mucho contar este tipo de historias». Y eso, argumenta, pese a que el comercio de fauna silvestre ahora y las granjas industriales en el pasado han sido origen de virus.  «Pero no se habla de ello. Muchos temas ambientales son invisibles porque hay pocos documentales», se lamenta.

Por el contrario, explica, «en Inglaterra el tema ambiental no es una ideología, como en España, que parece que ser verde es ser radical de izquierdas. El cambio climático se utiliza como herramienta ideológica, como ocurrió con Greta en noviembre. Aquí Boris Johnson iba en bicicleta al trabajo. En España eso es impensable. Boris Johnson cuando fue alcalde hizo la superautopista para bicicletas para conectar de este a oeste Londres. Le criticaron mucho, pero ahí está». Y añade que Sevilla ocupó uno de los primeros puestos en el ranking de ciudades amigables con al bicicleta, cuando hace años potenció el uso de este medio de transporte.

Y lanza otra reflexión que apunta a que en España no nos tomamos muy en serio el medio ambiente:

«En Inglaterra se potenciaron los huertos solares, mientras en España se decidió imponer el impuesto al sol. Es increíble que el país de los nubarrones vaya por delante de España en los huertos solares.»

Podéis ver el diálogo completo en el siguiente vídeo:

 

 

Acerca de Pilar Quijada Garaballú

Gabinete de Prensa COIM
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