Plan de Acción en pro de la Naturaleza, las Personas y la Economía de la Unión Europea

Es un hecho poco conocido que, desde hace más de 20 años, la Unión Europea dispone de la mayor red de zonas protegidas ricas en biodiversidad del mundo (un total de 27.302 espacios terrestres o marinos),  la Red Natura 2000. Compuesta de Zonas de Especial Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) fruto de la aplicación de las Directivas de Hábitats y de Aves respectivamente, ocupa cerca de 78 millones de hectáreas terrestres[1] de los que más de 13,5 son españolas[2] (Barómetro Natura 2000, febrero 2017).

De acuerdo con la información del Banco de datos de la Naturaleza, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, cerca del 80% de la superficie Red Natura española es forestal y en torno al 40% de nuestra superficie forestal está protegida por una de las directivas, o por ambas. Por tanto, en la gestión de los montes Natura 2000 priman objetivos de conservación de los hábitats y las especies presentes, la integridad de estos lugares y su coherencia en Red. Si los forestales no somos conscientes de la trascendencia que para los montes españoles tiene esta normativa estaremos cometiendo un error del que siempre nos lamentaremos.

No es un secreto que estas directivas han suscitado pasiones encontradas entre la población. Falta de trasparencia en la designación de lugares los primeros años; complejidad para la comprensión y alcance de algunos de sus artículos; base fitosociológica para la designación de los hábitats, cuestionada por parte de la comunidad científica; erudición para su identificación; ofuscación en conservar hábitats resultado de formas de utilización de la tierra en desuso o incluso antiselvícolas o  el hecho de que en muchos lugares de España la Red Natura haya supuesto una barrera infranqueable a cualquier iniciativa, casi tanto como si fuera un Parque Nacional –lo que trasluce o mala fe o ignorancia– son motivos que han favorecido que la Red Natura haya sido fuertemente contestada, en particular por los propietarios y el medio rural. Tampoco a muchos forestales gustó. Todos conocemos a más de un compañero que se ha visto encausado por informes de afección a Red Natura para que, tras años de penurias jurídicas, quedara absuelto por ausencia de fundamento o falta de objetividad en la denuncia.

Por ello es de celebrar que la Comisión Europea haya presentado una comunicación al Parlamento, al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones sobre un Plan de Acción en pro de la naturaleza, las personas y la economía (27 de abril de 2017). En definitiva, los tres pilares de la sostenibilidad. Nada nuevo aparentemente pero celebro que el título no incorpore la tan manida palabra que, de tanto usarla, ha perdido toda credibilidad.

El plan es fruto de un proceso que se inició en 2013, en el marco del Programa de Adecuación y Eficacia de la Reglamentación. En este contexto el presidente de la Comisión Junker solicitó un chequeo de las dos directivas de la naturaleza al objeto de valorar si procedía refundirlas en una y si estaban cumpliendo sus objetivos para, en función de los resultados y si fuera el caso, acometer las reformas pertinentes.

El proceso de participación pública atrajo a más de 550.000 personas –cuantía nunca antes alcanzada– que respondieron, cabe imaginar, de muy diferente forma según estados miembros y colectivos y, en ocasiones, con puntos de vista radicalmente opuestos. Ante el temor a que los posibles cambios –en el articulado o en los anexos– pudieran no satisfacer a algunas de las partes, o incluso a ninguna, la Comisión cerró el proceso de debate en diciembre de 2016, concluyendo que, en términos generales, ambas directivas sobre la naturaleza se adecuaban al propósito para el que fueron elaboradas.  No obstante, la consulta evidenció que ni todos sus objetivos estaban logrados, ni la financiación era suficiente, ni la agilidad en la tramitación de autorizaciones de acuerdo con el artículo 6 en algunos países era la deseable. Se valoró positivamente su eficacia en la protección de los hábitats y especies de los anexos e incluso de otras especies gracias al “efecto paraguas” de Red Natura.  Y se descartó la fusión de ambas normas dada su coherencia, aunque se reconocieron disfunciones con otras políticas sectoriales que afectan al uso de la tierra y del agua, muy en particular la política agraria común y la de pesca (Natura 2000. Febrero 2017 http://ec.europa.eu/environment/nature/info/pubs/natura2000nl_en.htm)

Reconociendo estas debilidades, el Plan establece cuatro ámbitos prioritarios que se articulan en 15 medidas. Las prioridades son:

  1. A) mejorar los conocimientos sobre la aplicación de las directivas y su coherencia con las políticas socioeconómicas,
  2. B) impulsar la responsabilidad política y reforzar su cumplimiento,
  3. C) aumentar la inversión en Red Natura y mejorar las sinergias con otros instrumentos financieros de la UE y
  4. D) mejorar la comunicación, la divulgación y la participación de la población.

La responsabilidad de su aplicación se comparte por la Comisión (las 15 medidas), los estados miembro (13) y las partes interesadas (13). El Comité de las Regiones y el Banco Europeo de Inversión participan en 4 y 1 medidas respectivamente.

El documento está escrito en el lenguaje críptico al que nos tiene acostumbrados la Comisión de forma que en algunas de las 15 medidas no está claro ni su objetivo concreto ni su alcance. Es de agradecer por ello que al Plan le acompañe otro texto más extenso que pormenoriza todas las medidas. (http://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/TXT/?uri=CELEX:52017SC0139)

Aplaudimos la medida 1, por necesaria,  que propone actualizar o desarrollar nuevos documentos –en todas las lenguas matiza el Plan– que orienten sobre los procedimientos de autorización en los espacios protegidos, sobre la gestión de especies, sobre directrices sectoriales y sobre la integración de los servicios ecosistémicos en la toma de decisiones. Y también la de crear un mecanismo de apoyo a los estados miembro para su aplicación. Pero nos preguntamos si las autoridades nacionales agrarias–y la propia Comisión– serán capaces de integrar mejor los servicios ecosistémicos de los montes en el reparto de fondos para el próximo periodo de programación financiera 2020-2026.

También celebramos la medida 5 que, mediante reuniones bilaterales, plantea desarrollar planes de trabajo para mejorar la ejecución de las directivas así como “consultar con los propietarios y otras partes interesadas los retos que plantea la aplicación”. Pero lamentamos la indefinición de su redacción pues en nada aclara a la propiedad privada de qué forma se podrán solventar los problemas a los que se enfrentan cuando sus propiedades están en Red Natura.

Será bien recibida la medida 7 que proyecta desarrollar planes de acción para las especies y hábitats más amenazados y crear plataformas donde debatir sobre los conflictos de coexistencia con algunas especies, como los grandes herbívoros, pues parece abrir una puerta a la resolución de los problemas con el lobo al sur del Duero.

Bienvenidas también las 5 medidas de la prioridad C por cuanto aspiran a mejorar la planificación financiera plurianual para Natura 2000, incrementar en un 10% las inversiones del LIFE en conservación de la naturaleza y la biodiversidad y mejorar las sinergias con las políticas agraria, marítima o pesquera. Son medidas tímidas pero avanzan hacia una mayor eficiencia en la aplicación de los fondos europeos para lograr una Europa con un mejor tono de verde, o azul.

Por último, sorprende que tras 25 años de aplicación de las Directivas aún sean necesarias las medidas 13 a 15 (prioridad D) y que todavía sea necesario que la Comisión dedique tiempo, dinero y esfuerzos a las tareas de divulgación de la Red Natura. Como anécdota, se hace oficial el 21 de mayo como Día Europeo de la Red Natura.

Pese a algunas indefiniciones del Plan y a sus premuras (comienza este año y se deberá cerrar con un informe de la Comisión antes de que finalice su mandato, en 2019), su mera existencia es ya una excelente noticia por cuanto revitaliza ante las administraciones la Red Natura, reconoce las debilidades en la aplicación de las Directivas y abre un nuevo enfoque para que el camino que aún queda por recorrer, además de a la naturaleza, también tenga en consideración a las personas y a la economía. Sin tener en cuenta a ambas, es probable que la Red Natura nunca esté entre las prioridades de las agendas políticas y que, dentro de otros 25 años, todavía sigamos dirigiendo nuestros esfuerzos a que la población la conozca y, lo que es más importante, la aprecie.

[1] El 17,6% de las 442,28 mill.ha del territorio de la Unión

[2] España, que aporta el 12,4% del territorio a la Unión, aporta el 17,3% de la superficie protegida, que representa el 27,2 de la superficie terrestre nacional, 10 puntos por encima de la media de la Unión Europea.

PD. Como continuación del proceso de verificación de la idoneidad de las directivas, el Plan será presentado el 6 de junio de 2017 en Bruselas, en una conferencia promovida por la Comisión, el Comité de las Regiones y la presidencia de Malta.

 (http://ec.europa.eu/environment/nature/legislation/fitness_check/action_plan/conference_en.htm)

Anexos:

Plan de Acción (aprobado por la Comunicación 198/2017, de 27/04/2017)

http://ec.europa.eu/environment/nature/legislation/fitness_check/action_plan/communication_en.pdf

Documento de Trabajo sobre el Plan de Acción:

http://ec.europa.eu/environment/nature/legislation/fitness_check/action_plan/factsheets_en.pdf

Nota de Prensa oficial de la Comisión, sobre el Plan de Acción:

http://europa.eu/rapid/press-release_IP-17-1112_es.htm

Folleto divulgativo de la Comisión:

http://ec.europa.eu/environment/nature/info/pubs/docs/brochures/bio_brochure_es.pdf

Noticia en prensa, por EFE-Verde:

http://www.efeverde.com/noticias/ce-plan-accion-directivas-naturaleza/

Acceso a toda la normativa europea sobre medio ambiente:

http://eur-lex.europa.eu/summary/chapter/environment.html?locale=es&root_default=SUM_1_CODED%3D20

Y sobre conservación … 

http://eur-lex.europa.eu/summary/chapter/environment/2007.html?root=2007

Acerca de Inés González Doncel

Vicedecana del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes
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